Pequeño pero muy bello. Así es como puede definirse al municipio cántabro de Molledo, un lugar que merece la pena visitar, entre otras cosas, para disfrutar de su interesante entorno natural y por supuesto su patrimonio arquitectónico y artístico.
Un patrimonio el citado en el que llama especialmente la atención el hecho de que por esta tierra se puede admirar parte de la conocida calzada romana del Valle de Besaya, que era la encargada de comunicar Suances con Herrera de Pisuerga. Entre tres y cuatro metros de ancha tiene dicha infraestructura que es uno de los símbolos de Molledo.
No obstante, tampoco hay que olvidarse de la Iglesia Parroquial de San Facundo y San Primitivo que tiene categoría de monumento. En el siglo XII parece ser que fue cuando se construyó dicho templo, y más concretamente durante el protagonismo en dicha tierra de doña Urraca.
La Torre de Quevedo, la Ermita Románica de San Lorenzo, la barroca Casona de los Tiros que data del siglo XVII o el Santuario de la Virgen del Camino, del año 1653, son indudablemente otros de los lugares que hay que visitar si se está disfrutando de una estancia en Molledo, el pueblo que se sitúa en la cuenca alta del Besaya.