Si hay algo que identifique y que convierta a Cantabria en una tierra de gran valor es, sin duda alguna, el rico patrimonio natural e histórico que posee y conserva. Esto se ejemplifica en localidades como Ramales de la Victoria, situada al este de la región, que cuenta como principal atractivo su conjunto de cuevas.
Así, entre las citadas cuevas habría que destacar irremediablemente la conocida Cueva de las Covalanas que se integra dentro de lo que es el Patrimonio de la Humanidad no sólo de la afamada Cueva de Altamira sino también del arte rupestre realizado durante el Paleolítico en el norte de nuestro país.
A principios del siglo XX fue cuando se descubrió este enclave que posee dos galerías bien marcadas y es en una de ellas donde puede encontrarse todo un amplio conjunto de pinturas rupestres de gran valor que representan a ciervas, un caballo, un reno…
De la misma forma, aunque no tiene tanto valor, también merece resaltarse a la Cueva de El Haza donde se pueden admirar pinturas y demás restos de la época solutrense.
A ambos enclaves habría que sumar de manera irremediable la Cueva de Cullalvera, la de La Pondra o la de Sotarriza.
Y eso sin olvidar tampoco que en Ramales de la Victoria existen otros enclaves que hay que visitar como son la zona arqueológica de Ramales y el Palacio de Revillagigedo que data del siglo XVI.