Enmarcado dentro de la comarca de Liébana, y en concreto en el municipio de Camaleño, se encuentra uno de los monumentos más importantes que existen a lo largo y ancho de la geografía de Cantabria. Nos estamos refiriendo al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, que está catalogado como Bien de Interés Cultural.
A 410 metros sobre el nivel del mar, en la sierra de la Viorna, es donde se encuentra en pie esta edificación franciscana que tiene su origen en el siglo VI, aunque como tal se erigió en el siglo XIII, concretamente en el año 1256.
De estilo gótico es el monumento que nos ocupa que es conocido a nivel mundial por un hecho en concreto: en su interior se conserva el Lignum Crucis, el trozo más grande que se guarda de la cruz en la que murió Jesucristo. De ahí que anualmente este monasterio se convierta en el destino de muchos fieles cristianos católicos, habiéndose convertido así en uno de los lugares de peregrinaje más importantes del planeta junto a Jerusalén o Santiago de Compostela.
No obstante, no hay que olvidar tampoco que en él además pueden admirarse otra serie de elementos de gran valor histórico y artístico como es el caso de un conjunto de obras que pertenecen al Beato de Liébana, el monje mozárabe más conocido de Cantabria.
Asimismo, otro de los atractivos más interesantes que tiene el visitar este enclave es que junto a ellos existen monumentos importantes como sería el caso de la construcción prerrománica conocida como Cueva Santa, la Ermita de San Miguel del siglo XIII o los vestigios del Santuario de Santa Catalina.