Cualquiera que haya visitado o tenga intención de visitar la ciudad de Santander debe saber que la misma es un enclave de gran belleza artística y patrimonial, además de natural. Precisamente en la conjunción de todos estos valores se encuentran los espectaculares Jardines de Piquio.
En la zona más lujosa de la urbe, entre la playa de El Sardinero y la de El Camello, es donde se erige el citado enclave que recibe dicho nombre porque su parte final se asemeja al “pico” de un barco que está entrando en el mar.
Pico este que se encuentra determinado por una pérgola ubicada en el lugar desde la cual puede disfrutar cualquier visitante de las impresionantes vistas que se ofrecen de lo que es la bahía de Santander. Así, permite admirar el paseo marítimo, el campo de golf, la isla de Mouro, el Casino o la península de la Magdalena.
Por eso, es de obligada visita este conjunto natural que permite que el turista que llegue a él pueda reflejar con su cámara una de las estampas más bellas, simbólicas y mágicas que posee la capital santanderina.
Asimismo, los Jardines de Piquio son un lugar ideal para descansar y relajarse. Para ello, nada mejor que sentarse en los diversos bancos que existen a lo largo de toda la zona y disfrutar de dichas vistas y de la belleza que también poseen su placita y la diversa vegetación que allí está plantada y que ejerce como elemento decorativo y visual.
