Cuando hablamos de la localidad cántabra de Comillas lo primero que nos viene a la cabeza es uno de sus símbolos: El Capricho, la insigne construcción que realizara el arquitecto catalán Antonio Gaudí a finales del siglo XIX.
Sin embargo, aunque dicha edificación tiene un valor inigualable no podemos obviar que esta población cuenta con un patrimonio artístico e histórico que va más allá de aquella. Así, por ejemplo, merece la pena resaltar también a La Coteruca.
Entorno al año 1870 parece ser que fue cuando dieron comienzo las obras de construcción de este edificio que se enmarca dentro de lo que es el estilo historicista francés y que se diseñó como casa de veraneo de la familia Riera. Sin embargo, con el paso del tiempo, pasaría a ser la vivienda habitual del Marqués de Movellán que fue quien la heredó.
En una colina, que permite disfrutar de unas espectaculares vistas del mar y de la población en general, es donde se ubica La Coteruca de Comillas que se caracteriza por distintas señas de identidad como, por ejemplo, porque tiene cierto estilo de fortaleza.
Así, cuenta con un muro con cierto parecido a las almenas de un castillo y además de todo ello posee un escudo donde puede apreciarse como un caballero blande una espada o daga como muestra de su valentía y de sus labores defensivas.