Si tuviéramos que determinar el monumento más significativo que existe en la localidad cántabra de Peñarrubia indudablemente no podríamos citar otro que no fuera el conocido como Bolera de los Moros. Y es que dicha construcción tiene el privilegio de ser el vestigio más antiguo que existe, independientemente de los que posee de tipo prehistórico.
Un singular nombre para este enclave que parece ser que fue tomado del hecho de que en la zona muchos eran los niños musulmanes que se dedicaban a entretenerse jugando con bolos fabricados con oro.
En el periodo comprendido entre los siglos VIII y XI fue cuando se erigió esta construcción que es una fortaleza levantada en el monte de Santa Catalina, un enclave ideal teniendo en cuenta el carácter defensivo y vigía que tenía la misma pues era el lugar idóneo para tener un control de todo lo que podían ser los desembarcos y accesos a la costa.
Como Bien de Interés Cultural está catalogado dicho vestigio que también es conocido como el castillo de Piñeres, un grupo de edificaciones que se componía de murallas, patio, una atalaya, una torre y una ermita de la que hoy sólo se conservan los cimientos. A Santa Catalina parece ser que le rindieron honores con dicha construcción religiosa.
Cerámicas, huesos y utensilios de diversa tipología son los que se han encontrado en las diversas excavaciones realizadas en la zona así como varios lienzos en los muros.