Dentro del conjunto de atractivos que posee Cantabria destacaríamos su patrimonio natural y arquitectónico pero también el etnográfico. Y es que en esta comunidad autónoma existen tradiciones y costumbres que se han extendido a lo largo del tiempo y que actualmente se han convertido en auténticos encantos de la tierra.
Este sería el caso de sus festejos entre los que podríamos destacar el conocido como La Vinajera, que se lleva a cabo en la población de Silió, en Molledo. Aquel está catalogado como Fiesta de Interés turístico Nacional y tiene lugar el primer domingo del año.
Como el primer carnaval de Europa es conocido al festejo que se sustenta fundamentalmente en una mascarada donde los vecinos se disfrutan de más de 70 personajes diferentes todos ellos con un simbolismo diferente pero que tienen en común un hecho: el colorido y la vistosidad de sus trajes.
El marquesito, la vieja, el caballero, la bruja o el diablo son así algunos de estas personas que dan vida a La Vinajera. Fiesta en la que además toma especial protagonismo el grupo de los zarramacos, personas que visten con pieles de oveja y gorros picudos. El color negro de sus caras es otra de las señas de identidad de aquellos singulares personajes que van haciendo sonar una serie de cencerros que llevan colgados en su vestuario. ¿El motivo de ese acto? Alejar a los malos espíritus de Silió.
El comenzar el año nuevo con positividad y energía es lo que se pretende con este festejo que se ha convertido en imprescindible en la región de Cantabria.